¡Hola
bibliotecarios!
Bienvenidos.
¡Hey! ¿Qué onda? ¿Cómo están?
Espero que muy, pero muy bien. El día de hoy me encuentro sumamente complacida
de presentarles una nueva entrevista en el blog. En esta ocasión, como invitado
especial, tenemos nuevamente a José Luis
Fernández Juan, autor de Pinceladas de Harmonía y, del libro que hoy
nos trae aquí, El diccionario de JLFJ.
Esperando
que disfruten tanto como yo de esta entrevista, los invito a ponerse cómodos
que ¡vamos a comenzar!
Cuenta la leyenda que
tus entrevistas pueden considerarse como un original cuaderno de pinceladas
poéticas, muy cotizadas. Son re buscadas por internet. ¿qué hay de cierto en
ello?
Tan solo es una leyenda urbana que se viraliza por las RRSS. Supongo que
será porque en cada entrevista intento cruzar el espejo de los aforismos para
que los conceptos de cada respuesta concilien nuestra existencia con la de
nuestro porvenir. Lo único cierto es que en ellas el futuro se anticipa para
conquistar espacios de autonomía. Quizás por esta razón seduzcan tanto. No sé.
Supongo que cada entrevista aportaría un relato a partir de la
impregnación cromática que cada contestación matiza concretando lo matérico. En
todo caso, este hipotético cuaderno de pinceladas líricas de la entrevista
correspondería a relatos… inacabados. Solo el lector con su ojeada pondría el
broche final. Tanto Pinceladas de Harmonía como El diccionario de
JLFJ son libros que se escriben con la mirada del lector. En las
entrevistas que concedo ocurre algo similar. La poesía es la forma más grosa de
comunicación.
Realizar una entrevista para vuestra (nuestra) Argentina me complace
tanto como algunas que he concedido para Chile, Colombia, Puerto Rico o México.
Actualmente todo es global. Yo soy de Valencia y futbolero. El chileno Caszely jugó
en el Levante UD y los argentinos Aimar y Kempes jugaron en el Valencia CF.
Dejaron huella como si fuesen harmonienses de pro. Todos somos ciudadanos del
mundo. No hay distancias. Harmonía es un lugar que no está en los mapas, pero
todos podríamos vivir allí. Además, compartiendo la misma lengua es todo mucho
más fácil. Nuestra patria es universalmente poética.
Me expreso tal como descifro la vida; invitando a la valoración subjetiva
de la realidad. Cada receptor desde su perspectiva adoptará sus particulares
líneas de fuerza de imágenes y palabras. Interpretará cada pincelada verbal según
su punto de vista de acuerdo con la potencialidad de su sensibilidad.
Fabular y proyectar son dos procesos ajenos a las modas. Crear una
leyenda puede surgir desde el corazón de cualquier ser humano que se sienta
identificado emocionalmente con una propuesta, más allá de las tendencias. Por
supuesto, el humor también ayuda. Por lo demás, sé vivir con las leyendas sin
mayores problemas.
Como ya sabemos,
eres un experto en letras y un gran conocedor del lenguaje. ¿Cuéntanos qué fue
lo que despertó tamaña curiosidad, para empaparte de las letras de esta manera?
Otra leyenda urbana dice que de pequeño me caí en una marmita gigante de
sopa de letras, a modo de auténtica poción mágica. Me empapé de ella como
Kylian y me dejó un sabor fantástico en mi paladar. Desde entonces intento en
mis escritos comunicarme con receptores para que a estos les sepan tan sabrosos
como a mí me saben.
No sé si será cierta esta otra leyenda urbana, pero sí sé que desde niño
me dedico a juntar letras, combinar palabras y construir frases en la
resbaladiza superficie del minimal. Desde mis automatismos verbales engarzo
historias y las agilizo por círculos concéntricos. En el reverso de cada
devaneo verbal aparece la curiosidad por trascender la extrañeza.
Desde las letras defiendo la dignidad y la libertad del ser humano. A
partir de ahí el entusiasmo toma carta de naturaleza. Si las pasiones tienden a
desbordarse, las letras constituyen el valor supremo.
¿En qué momento
sentiste que tenías el «don», por llamarlo de alguna manera, de transmitir, de
una forma distinta, tus conocimientos; así como también cierta dosis de humor
que tanta falta hace en nuestros días?
Intento más que transmitir de forma diferente, transmitir de forma
auténtica. Soy así y escribo así. Estoy a gusto y en paz con el mundo y conmigo
mismo. Nunca he sentido presión social por tener que seguir cánones
convencionales y menos en el mundillo literario. Siempre he respetado las
diferencias. Las valoro. Me parecen enriquecedoras. Soy asertivo. Escribo como
me nace. No fuerzo.
Respecto a la propalación de textos con humor, te diría que tengo
diáfano que el humor es una necesaria emoción positiva. Practico el humor
absurdo porque la vida es absurda. Se trata de un inherente acto de coherencia.
El humor es el elemento de resistencia más enérgico. La risa es una
poderosísima arma para comprender, transformar y optimizar el mundo. Confío en
el mundo porque confío en el humor.
¿Podrías contarnos
cómo surgió la idea que te llevó a escribir, en especial, El diccionario de
JLFJ?
Surge por la necesidad que tenía de darle visibilidad a los latidos
invisibles de las palabras que estaban por descubrir. Reforzarles su identidad
suponía viajar por lo enigmático. Sin cálculos de porcentajes ni incógnitas de
desamor.
Darle nuevas acepciones a las palabras, lejos de entenderlo como una boutade,
lo contemplaba como un anhelo trufado de curiosidad. Nada de quilombos. Las
resonancias magnéticas y las filigranas verbales dominan El diccionario de
JLFJ; un ficcionario tierno, íntimo y evocador
Además, al igual que Pinceladas de Harmonía, son libros que
trascienden el divertimento para invitarte a la relectura para volver a
descubrir. El proceso resulta altamente lúdico. La flotabilidad de la lengua y
su depuración expresiva facilita la afinación de la identidad de las casi 1.800
palabras que contemplan este glosario. Os avanzo algunas:
Tatubeo: Duda entre tatuarse o no.
Disnegativo: Dispositivo para no conseguir ningún rendimiento.
Zoozobrar: Irse a pique un parque de animales.
Arácnido: Cobijo realizado por artrópodos quelicerados para cuidar a sus
retoños.
Dinosuasorio: Reptil de la época mesozoica que te mueve a cambiar de
idea.
Strongular: Ahogar con fuerza.
Rengañar: Reprender concediendo a la mentira aspecto de verdad.
Muycano: Indio blanquísimo.
Cabellería: Cuadrípedos hermosos que cabalgan melena al viento.
Xilleno: Natural de Xille; país estrecho alargado y, por supuesto,
henxido de ciudadanos. Xi entra alguno más se corre el riesgo de que alguien
pueda caer a Perú, Bolivia, Argentina o al Océano Pacífico. Xillan para que
esta situación no se dé.
¿Qué consejos les
darías a todos aquellos autores que aún no se animan a salir a la luz?
Aunque no soy persona de dar consejos sí les diría que la diplomacia de
trazos gruesos es maleable y quebradiza, que la valentía ha de derrotar a la comodidad, que con la autoconfianza se
aspira a la nobleza, que la faz oscura de la luz solar logra devenir en clarividencia,
que la voluntad eclipsa a lo demediado y que el desconcierto se puede vencer
con pinceladas de harmonía.
¿Cuál será el próximo
libro que vas a publicar?
Será la continuación de Pinceladas de Harmonía. Se llamará Pinceladas
de Harmonía.Con. Seguiremos
reverberando el eco de nuestros entrañables habitantes de Harmonía con más
pinceladas a modo de relatos breves. La sutil veladura de las imágenes de cada
episodio seguirá dominando sus exóticas páginas.
Gotas de agua azul, pinturas polinterpretables, pláticas amistosas,
composiciones malabaristas, cuentos especiales, versátiles calcomanías,
creaciones vanguardistas, manjares
exóticos, figuras resilientes, recetas médicas… Otro libro sanador con espacio
exterior y estilo literario de desdoblamientos.
Y, por último, pero
no por ello menos importante, ¿por qué crees que los lectores deben darle una
oportunidad a tus libros, especialmente a El diccionario de JLFJ?
Porque el extrañamiento con humor es el mejor vehículo de entretenerse
de forma educativa. Hay que formularse preguntas para encontrar respuestas. La
realidad es demasiado dogmática para dejarnos caer en el tedio de lo
hegemónico.
El lenguaje y la vida caminan de la mano como la belleza y el deleite. Son
de fierro. Si en Pinceladas de Harmonía a las palabras se le dan el afecto
y la sutileza, en El diccionario de JLFJ se les dan el vigor y el poder
transformador que se merecen. Y después, solidariamente, se permutan las
donaciones y entran en bucle.
En estos dos libros y en el que viene se constata cómo las palabras
engendran existencia; el presente ideal para cualquier coyuntura. Un mismo
mensaje en los tres ejemplares marca la longitud de onda: “Tenemos que
disfrutar de la vida con reflexión, obra y gratitud”.
Ahora sí, deseando que te hayas sentido a gusto con esta entrevista,
repito mi agradecimiento por la oportunidad, tu tiempo y dedicación a este
blog.
Sin
más que agregar que el hecho de que estoy muy feliz de compartir con ustedes
esta entrevista, me despido, no sin antes recordarles que: ¡nos leemos en la
próxima!
Felices
y fructíferas lecturas.
AILUZ
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Ailuz.